viernes, 20 de mayo de 2011

Querido diario



Nací un 20 de mayo de 1983 en el hospital La Paz, en la capital de España. Eso hacen 28 años. (Los más listos lo habrán calculado pronto, los más lentos habrán dicho "aaah" al leer 28 y los que me conocen o se lo ha chivado facebook habrán dicho "ya"). Nací cinco días antes del estreno de "El Retorno del Jedi" y once días después de que Juan Pablo II retirase la condena a Galileo Galilei (Wikipedia dixit). Nací en mayo, el mes de las flores.

Jugaba a love en el patio, luego a liebre. Entremedias saltaba a la comba (siempre tuve miedo de que me diese un latigazo) y jugué a las palmas. No tenía que llevar cinturón atrás en los viajes en coche y mi hermana siempre tenía más agua que yo en el vaso de la comida (mi madre y mi hermana dirán lo contrario, pero bleh, tienen un complot contra mí).

Hablé por primera vez desde un móvil en el coche de mi padre (la batería ocupaba más que yo) y me compré el mío propio en el instituto, un Alcatel One touch Easy (con cobertura en los lugares más remotos). Tenía internet cuando la gente no sabía qué era eso (y no entendían que si estabas conectado no podías hablar por teléfono) y dos ordenadores en casa cuando el resto de personas tenía como mucho un spectrum (que también tuve).

Con 19 años hice mi primer viaje a Londres. Sí, no fui a ver la ciudad, fui a ver a Gillian Anderson y descubrí el poder erótico de un cigarrillo y una copa de vino en las manos de Roger Allam.

Dejé de estudiar, volví a estudiar. Trabajé. Trabajé y estudié. (Ah no! perdón, que esas dos cosas las sigo haciendo juntas desde hace siete años).

He conocido a gente fantástica (y menos fantástica, pero si os dais cuenta las cosas serias las dejo para contarlas en sitios un poco más privados) y a personas que hoy día considero amigos de verdad (que me soportan hasta mis peores borderías).

He parado coches megáfono en mano. He hecho Scully Maratones. He ganado competiciones de karate. Y un día cogí un saltamontes con la mano. (Iug).

Siempre me ha gustado más la nata que el chocolate, el Nesquik antes que el Cola-Cao y la nocilla blanca por encima de la negra. Nunca he sido amiga de los chicles de menta y la coliflor me da ganas de vomitar.

Depende de con quién me compares no he hecho grandes cosas, menos mal que siempre he creído que lo que es verdaderamente importante son los pequeños detalles, los que nos hacen diferentes. No soy ambiciosa, me conformo con intentar ser feliz, protestar cuando debo, reír cuando puedo y llorar cuando lo necesito.

Han pasado 28 años de millones de cosas, de un montón de días de no cumpleaños y un montón de pensamientos. Han pasado 28 años y en el fondo, sigo esperando que el chico más guapo de la clase me saque a bailar.


Han pasado 28 años. He tenido cumpleaños en tirantes y con un sol abrasador. He tenido cumpleaños con abrigo y lluvia (este tiene pinta de ser de esos). He llevado chuches al cole. He invitado a cervezas. Han pasado 28 años, y dependiendo de quien lo lea puede parecer mucho o poco, pero una cosa está clara, como dijo el otro día una amiga mía: "nos hacemos mayores".

3 comentarios:

  1. Nos hacemos revolucionarias, muchas felicidades!!! :P

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  2. Muy bonito,.... muchos recuerdos vienen a mi mente al leer los tuyos. Muchas felicidades, se feliz,...

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  3. Amor, cuánto vales :) Mil felicidades, muchos besitos ^^

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