jueves, 5 de mayo de 2011

Despertad, dormilones, despertad


Una vez (hace bastantes años -porqueunayaesasídemayor), la que daba los test de la Autoescuela y yo mantuvimos una conversación. Hablamos un poco de todo e incluso de política (sé que de política se dice que no se puede hablar, pero soy así de zopenca), y esta chica me soltó una frase que se quedará conmigo para siempre: "Da igual a quién vote, nadie me va a pagar el piso". Y bueno, de algún modo cierto y al mismo tiempo absolutamente equivocado. Primero demuestra el desencanto por la clase política (y estos eran tiempos de Aznar ya, que esto no es de ahora), después la parsimonia por los hechos que suceden y que podríamos cambiar, y más allá de eso mucho de estupidez humana. No pasa nada, la mayoría somos estúpidos.

Vivimos en un mundo globalizado, significa que esa parte de la teoría del caos que se refiere al efecto mariposa es cierta. Cualquier cosa leve que pase en otra punta del mundo nos puede afectar enormemente. Entonces, ¿Cómo no nos va a afectar quién gobierne nuestro país? Cierto es que entre los dos partidos mayoritarios hoy día no hay una diferencia abismal, pero eso no debe ser excusa para quedarte en casa, cruzarte de brazos y decir "a mí plim". Pues si a ti plim no tienes derecho luego a quejarte. Y quejarse en este mundo es vital para cambiar las cosas. Podemos llamarlo protestar, podemos llamarlo manifestarse. Podéis llamarlo como queráis pero el resultado es el mismo, moverse ante algo que no es justo o ante algo con lo que no estamos de acuerdo.

¿Estáis de acuerdo con que las listas políticas estén llenas de imputados por delitos? Hasta donde yo sé los delincuentes deberían estar en la cárcel no gobernando un país.

Puedes pensar que como lo de los imputados es como un cáncer que se extiende con todos los partidos políticos que gobiernan da igual a quien votes y es mejor quedarte en casa. Da igual lo que protestes porque no van a cambiar a la clase política. Cambia las tornas a la frase. No van a cambiar a la clase política porque tú no protestas. El motor de un país son sus ciudadanos y la clase política está para servirnos, para trabajar para nosotros, no a nuestra costa. Sin nosotros, no son nada. Y podemos utilizar las armas que nos hemos ganado, el voto y la protesta. Y son poderosas.

Demostrar que una protesta es poderosa es fácil. Vuelvo a repetir que no hay que irse a mayo del 68 ni más lejos aún. Ni siquiera hay que irse a la lejanía de las protestas africanas. El otro día leí la noticia de que "Prohíben la manifestación Democracia Real Ya en Toledo, por perjudicar a los actuales gobernantes de la Comunidad Autónoma de Castilla la Mancha". Toma. Pues claro que les puede perjudicar. De hecho, ¿para qué sino hacer una manifestación?. Ahí está el miedo. Ahí está el poder. Si las protestas, o las huelgas no sirviesen para nada, no las prohibirían. Si las huelgas diesen igual, los regímenes autoritarios las permitirían. Y es que 200 personas no cambian un gobierno, pero sí hacen pensar a otras 200, que a su vez hacen pensar a otras 200 más... En eso consiste estas manifestaciones, en despertar conciencias, porque parece que nos hemos dormido, que disfrutamos siendo meros títeres controlados por gente que no se lo merece o que han perdido nuestra confianza. ¡Despierta! ¡Actúa! ¡Mueve el culo! Que nadie lo va a mover por ti.

El 15 de mayo hay una manifestación dónde se podrá demostrar que no todo el mundo está de acuerdo con lo que está pasando. No podré ir. Soy de esas privilegiadas que tienen trabajo y de esas pringadas que curran los fines de semana. Pero me gustaría ver que: primero) va la suficiente gente como para que los que queremos ir y no podemos nos sentamos representados y segundo) no hay ningún gilipollas montándola al final. Ya, parece que sino no se sale en televisión, pero no aumentemos su patetismo televisivo con carnaza.

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