martes, 24 de abril de 2012

Look at

Iba a escribir una entrada en el blog de esas de "Hola, no tengo nada que contar, llevo perdiendo el tiempo toda la tarde obviando las cosas que tengo que hacer y actualizando cada dos segundos Twitter. Gracias. De nada."

Y luego he visto que tenía un borrador en las entradas con esta palabra.

Mírame.

Y no recuerdo porqué la puse. Ni qué pretendía escribir. Ni cuando quise escribirlo.

Mírame.

¿Estaría pensando en alguien? ¿En mí misma?

Mírame.

¿Pero qué pasa si no veo nada?

miércoles, 18 de abril de 2012

Reto microrrelatos II


"Es un sonido sordo, constante, el que hace cuando raya sobre el papel una y otra vez el color verde. Tiene las manos ligeramente manchadas, pero el olor a las ceras lo inunda todo. Anega el papel de verde, de punta a punta, entero, como un paisaje de montañas infinitas. Montañas del norte en pleno otoño, justo después de las intensas lluvias y antes de que la nieve lo cubra todo de un inmaculado blanco. Raya tanto sobre el papel que empieza a doblarse por ciertos puntos, donde el color es más intenso, como si quisiese plasmar los claroscuros de la naturaleza. Pinta hasta que ya no queda un centímetro de papel en blanco, con el mismo automatismo de artistas que le precedieron. No sabe si un artista, en realidad, solo sabe que eso es lo único que ve cuando cierra los ojos. Verde. Un intenso verde. Con olor a lluvia, a historias encontradas y a una libertad infinita. Es verde pero es mucho más y no puede controlar inundarlo todo de ese color. El único color que le hace soñar que hay algo más detrás de su día a día.

- ¿Quieres otra hoja?- La enfermera se le acerca y le cambia el papel que tiene delante sin esperar a que conteste. Lleva años sin decir una sola palabra, con la misma convicción que traslada a su mano, que sigue aferrada fuertemente a la cera de color. Cuando el blanco vuelve a ocupar el espacio en la mesa, baja la mirada y comienza a rellenar de nuevo la hoja de verde. Mutismo, automatismo y determinación. Loco o genio. Quizá un poco de los dos.

La nueva hoja de papel poco a poco va sucumbiendo al color y la cera se empequeñece bajo sus dedos. Las batas de las enfermeras son blancas. Su pijama es gris. Los barrotes de las ventanas negros. La realidad que le envuelve es dramática y si pinta todo de verde no es porque esté loco, es porque está vivo."

Fotografía de y microrrelato para mi querida Ofelia.

El reto de microrrelatos sigue abierto. Enviadme fotos, si queréis al mail: cicelytown@gmail.com . No hace falta que os conozca, puede ser anónimo, lo que queráis. ¡Sólo quiero fotos!

domingo, 8 de abril de 2012

Reto microrrelatos I

Esta noche he recibido esta fotografía por Whatsapp para mi reto de Microrrelatos. Iba a a dormir (que mañana trabajo) pero "aprovecho" el reggaeton a toda pastilla del vecino de arriba para escribir. Es triste, pero es lo que ha salido. Debe ser la noche.



"¿Recuerdas aquella figurita que nos regalaron en la panadería de París? La que parecía ser un duende con un trébol de cuatro hojas y tú te reías porque decías que aquello era más apropiado de Irlanda y que ya nos podían haber regalado una torre Eiffel. La pusimos en el estante de la entrada, aquel con el que nos tiramos una tarde entera porque en vez de un tabique parecía que estuviésemos taladrando en una cueva de piedra maciza. Era bastante kitch y te reíste cuando la puse en aquel estante a la vista de todo el mundo, bromeando sobre si deberías regalarme a juego una campesina de Lladró. Era feliz. Éramos tú y yo y aquel duende parisino.

Se cayó hace una semana. Fui a salir de casa con el abrigo, ya sabes, ese con la capucha tan grande para la lluvia, y lo tiré. Por un momento ni siquiera recordé qué podía haberse caído cuando oí el ruido detrás de mi espalda. Y luego lo vi. Partido en tres y descascarillado por el tronco. El trébol había desaparecido, le faltaba una pierna y uno de los brazos. Aún conservaba la cabeza. Antes de que pudiese ser consciente de lo que estaba haciendo, empecé a buscar un pegamento como loca para unir los trozos. Como si fuese un cadáver y quisiese revivirlo antes de que se quedase frío y ya no hubiese vuelta atrás. Como si pudiese revivirte a ti, amor mío.

Ni siquiera fui consciente de que había estado llorando desde que lo vi en el suelo, acostumbrada como estoy a sentir mis lágrimas por el rostro. Pero fui capaz de reunir todas las piezas y pegarlo. Me quedé toda la tarde contemplando aquella figurilla hortera y ahora también tullida. Reflexionando, ya sabes. Sobre todo. Sobre lo que aún me cuesta nombrar.

He guardado al duende en un cajón. Sé que de ahí no saldrá y sus magulladuras no me recordarán todos los días que hubo un breve instante en el que me olvidé de ti.

Ahora somos el duende y yo. Y me siento sola."

sábado, 7 de abril de 2012

Microrrelatos a la carta

Vosotros dejadme un comentario con una imagen (la que sea, ponedme el link si no podéis subirla, luego la subiré yo) y yo escribo un microrrelato basándome en esa imagen.

Da igual de lo que sea, simplemente postead una imagen.

Yo escribo.

Vosotros leéis.

viernes, 6 de abril de 2012

De cosas que suceden en Semana Santa

En esta época siempre recuerdo dos historias:

- La primera, la del Vellocino de Oro. Me la contaron en religión de pequeña, era algo así como que adoraban a un vellocino de oro que sacaban a pasear y que creían que ese mismo vellocino era un dios. Dios (que es muy verdadero y santo y todo y por eso se escribe con mayúscula) les castigó por herejes. Porque Dios no hay más que uno. Habráse visto.

- La segunda, estudiando en la facultad, algo de la Edad Media y de las reliquias que salían por todas partes (miles de sábanas santas todas auténticas por las que la gente daba dinero para construir iglesias aunque se quedasen sin comer, porque así de importante es un sitio donde orar a Dios), y una imagen mental, cuando me contaron que la gente mordía las cruces que indicaban el enterramiento de tal o cual Santo (también con mayúscula) porque se creían que tenían poderes curativos. Y que tuvieron que dejar claro (para que no se cayese en el error de adorar a un objeto y no a Dios) que esos objetos lo que hacían era ayudar a la fe del creyente y recordarles todo el asunto de la Biblia, pero que estaba claro que esos objetos no eran en sí divinos.

Les quedaría claro a los del concilio de turno de la Iglesia de Occidente, porque señores, siglos después nos encontramos con que sacan tallas de madera con imágenes de Cristos y Vírgenes a pasear por las calles. Siglos después la gente pone en riesgo a ellos mismos y a sus hijos para que puedan tocar ese pedazo de imaginería, de dudosa o no calidad estética, pero alta carga sentimental. Y es que año tras año, se les olvida, señores, que si Cristo existió hubo uno, y si la Virgen existió, también fue una. Y año tras año sacan a pasear distintos Cristos y distintas Vírgenes y compiten entre este o la otra con un "Yo soy devoto de tal porque a mí me concede todo" (tengan más fe en ustedes mismos, quizás las cosas que consiguen son gracias a su propio esfuerzo y dedicación) y "La Virgen pascual es la mejor y la más guapa" (porque ya sabemos que todo lo bello es bueno, palabra de Platón, reutilizada a favor de la iglesia para posteriores corrientes filosóficas). Con costaleros vestidos a lo Ku Kux Klan que se gastan un dinero que no tienen para expiar sus pecados. Porque como siempre, el dinero es la mejor solución para ir al cielo.

Que no digo que no se pueda creer en Dios. Pero, ¿en serio? ¿cantar a tallas de madera? ¿darse latigazos? ¿matarse la espalda? ¿llorar como descosidos porque llueve? ¿Arriesgar la integridad de un bebé para que toque un talla? ¿Y un largo etc de estupideces varias? (no es falta de respeto, son estupideces varias, que se hagan y se acepten por todo el mundo no deja de significar que no lo sean). Unos lo llaman fe, yo lo llamo idolatría. Otros no saben como llamarlo porque "e' mu' grande" y se les nubla la razón.


Jehová, Jehová, Jehová.

martes, 3 de abril de 2012

Abril



Un pantalón largo roto se ha convertido en un pantalón corto para el verano.

Una camiseta con una mancha se ha convertido en una camiseta con un lazo.

Una falda larga y grande se ha convertido en un vestido corto y alegre.

#redecoratuvidasinconsumir