jueves, 3 de mayo de 2012

Retos de Microrrelatos III


- Cosquillas. Nubes de caramelo. Fresas. - Se quedó mirando fijamente a la luna, preguntándole incesantemente qué podría gustarle más para que ella pudiese traérselo. Estaba triste aquella noche, lánguida, en ese periodo en el que se consumía más y más cada día, perdida, impávida. La luna, aquella que había iluminado con fuerza el cielo otras noches, en ese momento se sentía apagada, estaba, pero no estaba, y Nicholetta no sabía que hacer. - ¡Polvo de hadas!- Gritó, y sacó un pequeño saquito de tela repleto de con polvo mágico y brillante que le hizo estornudar. La luna siguió contemplando el infinito, sin fijar la mirada, como si no la hubiese visto.

Llevaba allí toda la noche  y no había dado señales de ser consciente de su presencia. - En realidad- le dijo- sé que mañana estarás mejor. Ya sabes, mañana crecerás y volverás a iluminar mis mejillas y hacer brillar mis alas. Pero sólo quería que hoy no estuvieses triste. No deberíamos estar nunca tristes.- Y justo cuando iba a rendirse y marchar notó que la luna pestañeaba y le dirigía una débil mirada. Sus labios apenas se separaron en un susurro para pronunciar unas débiles palabras. - Es parte de mi ciclo, pero aprecio tu compañía-

Nicholetta sonrió y se tumbó sobre su infinita 'C' con forma de cuna. - Tranquila- dijo -Yo estaré aquí para esos días. - Aleteó sus alas y se elevó lentamente para descender con suavidad de nuevo y acomodarse más sobre el extremo. - Para todos los días.-

1 comentario:

  1. Nhicoletta, polvo de estrellas, nubes de caramelo... y al final una sonrisa. Gracias ;-)

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