A veces me desmeleno y no destapo la Oreo ni chupo la crema para luego mojarla en la leche. A veces soy osada y me como la galleta entera, de golpe, a pesar de ser la única galleta con instrucciones de uso.
domingo, 4 de septiembre de 2011
Hacía mucho que no escribía.
"Ayer te vi, en el campo del Moro, bajo la sombra del nogal. Justo cuando el sol calentaba con más fuerza la tarde. Apenas había una brizna de aire pero tú llevabas mangas de camisa, un poco arremangadas por debajo del codo, siguiendo aquella moda estúpida que se fue como tan rápidamente vino. Riendo, fumando, aletargado en los modos por la juerga de la noche anterior. Ayer te vi, pero tú no podías verme. Tras la tapia del Marqués me escondía, escudriñándote, cada palmo, cada detalle, cada gesto. Te sentía respirar a pesar de que estabas lejos. Tu presencia, lejana, no impedía el hecho de que te sintiese cerca. Tu tacto, tu aliento. Y mientras tú reías. Y yo lloraba. Invisible y escondida tras mi tapia. Ayer te vi, bajo la sombra del nogal, en el campo del Moro, justo cuando el sol calentaba con más fuerza la tarde."
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