jueves, 22 de septiembre de 2011

De nuevo, Frida.






Particularmente, siempre me ha interesado el papel de la mujer en el arte, no como musa, sino como creadora. Su visión del mundo, ese mundo que siempre se nos ha transmitido a lo largo de la historia con una mirada masculina como mirada universal y donde curiosamente, el olvido histórico de la mujer se ha contrapuesto a su gran protagonismo a lo largo de los siglos como “objetos vivos” en sus representaciones. 
Es por ello que siempre me ha llamado la atención esta pintora mexicana, que ha logrado con el paso del tiempo calar en el imaginario artístico del siglo XX, ya que el interés por la persona de Frida Kahlo, por su obra, nunca ha decaído, sino más bien ha ido en aumento a través de las publicaciones y exposiciones que se han realizado con posterioridad a su muerte.  
Magdalena Frida Carmen Kahlo Calderón (1907 – 1954). Pintora mexicana. Arraigada a la ideología socialista del movimiento muralista, se movió con una obra basada en una estética que encontraba sus raíces en la pintura mexicana popular.
Marcada por un brutal accidente a los dieciocho años, su vida comenzó a girar en torno a su pintura, en la que se usó como principal motivo en sus obras, así como a su queridísimo Diego Rivera, famoso pintor muralista con quien compartió una vida sentimental, política y cultural. Según Raquel Tibol, “Los óleos de los cuadros de Frida se mezclan con la sangre de su monólogo interior”, frase que refleja la unión entre la vida y la obra de la artista.
En un primer momento su acercamiento a los círculos artísticos de su época surgió por su relación con Diego Rivera y el cambio lingüístico que germinó a raíz de la revolución mexicana, en la que México tras cuatrocientos años de colonización española, echaba una mirada a sus raíces indígenas a través del muralismo.
Dentro de ese contexto marxista, surge su amistad con Trotsky y la fascinación que le suscitará a André Bretón, hasta el punto de circunscribirla al movimiento surrealista y hacerla ser reconocida en un primer momento como “Frida Kahlo de Rivera”, apelativo con la que se la identificará durante bastantes años tras su muerte, aunque su adhesión al grupo surrealista nunca se llevaría a cabo, pues ella misma confesó que su pintura no la consideraba surrealista “Pensaron que yo era surrealista, pero no lo fui. Nunca pinté sueños, sólo pinté mi propia realidad”.
Antes de su muerte en 1954 Frida llegó a participar en veinte exposiciones, dos de ellas individuales, a las que se suma en torno a cuarenta exposiciones en exclusiva de su obra hasta nuestros días, así como incontables muestras en las que de una forma u otra (ya sea a través de su propia obra o de su imagen en los ojos de otros artistas) ha seguido participando en el imaginario visual de varias generaciones.
Quizás el mito de Frida Kahlo (la 'Fridomanía' como se conoce hoy día) lo comenzó ella misma, dejándonos ver su vida a través de sus ojos gracias a sus obras (de las que siempre fue protagonista) o despertando como muestra, en el círculo “occidentalizado” en el que se movía durante su estancia en Nueva York, el nunca dormido espíritu romántico del gusto por lo exótico a través de su fuerte personalidad, demostrada entre otros ejemplos al no olvidar sus raíces indígenas mexicanas vistiendo ropa llamativa y prefiriendo los trajes regionales largos a la haute couture, así cómo su tan característica y distintiva fisionomía.
Las vicisitudes de su vida por una parte y la continua publicación de la misma una y otra vez, de mil y un modo diferentes, ha hecho que la imagen de Frida Kahlo se haya convertido en un icono artístico reconocible por cualquier indocto en la materia y su obra, en un punto de referencia de la pintura mexicana post-revolucionaria del siglo XX.

*extracto del trabajo de investigación que realicé sobre la artista*





miércoles, 21 de septiembre de 2011

New o News?

Ya es oficial. Me quedan 30 créditos para ser LiSenSiada. 12 de ellos nos presenciales pero con unas tutorías que serán la risa (de patéticas): él firma como "j" y yo (y el resto) suspiramos como niñas de 15 años detrás de él *sigh*. 6 con una profesora muy exigente (cambio 'puta' por 'exigente' que al fin y al cabo es un blog abierto) de la que me quejaré diariamente. 6 con una profesora muy maja que no hace examen y que en su último trabajo saqué un nueve. 6 con un profesor que no conozco pero que por lo visto es majo (o eso dicen, las quejas a ellos si resulta que no). Y de regalo y por si mis notas son pésimas 4,5 con Canteritarita del Amor. Así le llamo.

¿Y el resto del tiempo? Os preguntaréis. El resto del tiempo curraré cuando pueda, buscaré más curro para currar más, haré inglés (cuando cobre y así pueda) y seguiré más series este año. De algún modo (prostitución) u otro (regalodegentequemequieremucho) me haré con una cuenta en megaupload para todo un añito. Calculo que engordaré en torno a los 5kg de no moverme viendo series. Pero intentaré salir a andar. Que no a correr porque la primera vez que lo intenté acabé con un ligamento hecho un nudo. (así soy yo. todo risas.) y hoy he hecho la firme (firme) propuesta de comer pescado mínimo una vez a la semana. Dieta equilibrada lo llaman.

Las hojas se caen. (el pelo se cae). El curso comienza con marea verde, es decir, pisando fuerte y como prolegómenos a un año mucho más movidito. Ya no anuncian coleccionables por la tele pero también es la época. Nosotros, vagos bajo el sol ardiente, vamos despertando del letargo. Una chaqueta que sale temerosa del armario, un pantalón largo que ya no da tanta angustia ponerse, un moreno de piel que ya no existe y que oye, tampoco desentona con el resto de pieles. El verano se va, el otoño comienza. Feliz año. (porque es ahora cuando realmente empieza).

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Cómo leer una imagen


 


*perdónnosédequiéneslaimagen*


Esta es mi forma de leer esta imagen, y para ello no hay que estudiar historia del arte. Para ello sólo hay que preguntar a la imagen, porque ella, siempre contesta.

"Estaba desnuda, físicamente. Pero no era una desnudez física. Era la sensación de estar desnudo, la inseguridad, el pudor. No era un desnudo de indigencia, tenía sus joyas, allá como pulseras de mil colores en las muñecas (es alegre, en otros momentos, es alegre) y colores allí, en una ligera sábana de raso apoyándola en esa tarde fría, aportándole algo de confianza. Se abraza, así misma, notando cómo sube y baja su pecho con cada respiración. Piel desnuda contra piel desnuda. Esa mezcla de posición fetal que nunca llega a serlo del todo pero que funciona como tal: Buscar confianza. 

¿Para qué? ¿Qué hay delante?  Un camino.  ¿Y qué haces por un camino? Andar.  ¿Hacia dónde?  Hacia otro punto  ¿Y siempre conoces ese punto?  No, no siempre.  ¿Y cuando no lo conoces, da miedo?

¿A ella le da miedo?

No. ¿No? Si no le tuviese miedo iría por él y no estaría parada delante de él. No. ¿No? No. No le da miedo porque está mirando fijamente el camino, no le da miedo porque a pesar de sentirse desnuda lleva sus pulseras, que la identifican como quien es dentro de un mundo en el que somos todos iguales. No le da miedo porque se abraza con las manos, se agarra, se infunde fuerza.

¿Y eso no es miedo?

No, es valentía. Sólo está esperando a encontrar el momento adecuado para levantarse, y desnuda comenzar a recorrer ese camino que no sabe a dónde le lleva. Hay luz al final. Pero el empiece es brumoso, como siempre.

Tiene fuerza, tiene seguridad, simplemente necesita recogerse para poder expandirse de nuevo.  Un momento de calma, ahora que la luz se deja ver en el espeso bosque. Eso no siempre ocurre. 

La veo respirar, a veces, hasta que me doy cuenta de que es mi propio reflejo. Yo estoy respirando. Yo soy ella. Esperando infundirme las suficientes fuerzas para seguir el camino. Un camino incierto como lo es la vida.

Dejadme en pause. Tengo que reflexionar."



¿Y vuestra lectura? Intentadlo, con cualquier imagen, con todas las imágenes. No son sólo colores, formas, brillos. Son fechas, épocas, culturas, sensaciones. Las imágenes son vida, sólo hay que preguntarlas si queremos saber más de ellas, porque siempre contestan.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Hacía mucho que no escribía.






"Ayer te vi, en el campo del Moro, bajo la sombra del nogal. Justo cuando el sol calentaba con más fuerza la tarde. Apenas había una brizna de aire pero tú llevabas mangas de camisa, un poco arremangadas por debajo del codo, siguiendo aquella moda estúpida que se fue como tan rápidamente vino. Riendo, fumando, aletargado en los modos por la juerga de la noche anterior. Ayer te vi, pero tú no podías verme. Tras la tapia del Marqués me escondía, escudriñándote, cada palmo, cada detalle, cada gesto. Te sentía respirar a pesar de que estabas lejos. Tu presencia, lejana, no impedía el hecho de que te sintiese cerca. Tu tacto, tu aliento. Y mientras tú reías. Y yo lloraba. Invisible y escondida tras mi tapia.  Ayer te vi, bajo la sombra del nogal, en el campo del Moro, justo cuando el sol calentaba con más fuerza la tarde."

 

viernes, 2 de septiembre de 2011

De profesión profesor.


Después de leer los recortes (los incrementados recortes porque de los otros ya había) para la enseñanza pública educativa me sentía mal, porque la educación en una sociedad es esencial (decídmelo a mí que tengo la ventana abierta y en el banco de abajo un tío se ha tirado eructando como minuto medio. Seguido.)

La educación, el conocimiento, son las mejores armas que podemos poseer y son las que más rápido nos quitan sin que solamos hacer nada.

Hoy he visto ha Esperanza Aguirre, decir, con tono paternalista, su eterna cara chulesca y su demagogia infinita que no está bien que los profesores se quejen por trabajar veinte horas, porque la mayoría de los madrileños trabajan más. -Aquí habría que haberla matizado "de los madrileños que tienen trabajo"- y después tendría que habérsele metido la zapatilla en la boca, llamarla mentirosa, y gritar hacia las cámaras que los profesores trabajan sus 40 horas semanales como el resto del mundo. No, perdón, 37,5. Que de las que ella habla son las lectivas, sí, las de "dar clase" porque hay muchas otras funciones docentes, y que se desconozcan no quiere decir que no existan. Si esto hubiese ocurrido (lo de la zapatilla y tal) las cámaras hubiesen cogido todo excepto el momento en el que uno se hubiese dado la vuelta para contar la verdad.

Ese es en el mundo en el que vivimos. Y así, los señores esperanzadores (que no peperos, que ella tiene a su propio subgrupo) pueden seguir votándola porque es maravillosa y genial, abre hospitales (sin medios ni médicos), abre institutos (sin profesores)... "oye, al menos hace algo", sí, sobrevivir la muy bicho. Es como el tipo malo de Anaconda. Mala hierba... Pero ese no es el caso, es que aquellos que la votan lo hacen por cosas como sus declaraciones sobre economía. ¿Qué dice antes de las elecciones? Que ella va a hacer que la hipoteca se salde cuando el banco se quede con el piso. Todo el mundo aplaude. Biiieennn Biiiieeennnn. Los medios lo graban. ¿Qué reconoce al día siguiente? Ains, que no, si eso no lo va a poder hacer porque ella no tiene potestad para hacerlo. Pero oye, ese sonido, esas palabras sólo llegan a unos pocos, como siempre, a los que sí estamos dispuestos a escuchar.

Y llegamos al asunto que yo quería tratar, la defensa a capa y espada de los profesores. ¿Soy profesora? No. ¿Considero que en mi trabajo hago una actividad docente? Sí. Pero si no soy profesora en un instituto (al tiempo) he sido alumna en uno y puedo llegar a comprender (ahora que me he visto en el otro bando) lo difícil que tiene que ser dar clase para un profesor y lo que supone el aumento de esas cargas lectivas.

Le oía el otro día a un profesor por televisión que decía que no puedes llegar y soltar un rollo, que tienes que hacer que se apasionen por tu asignatura y eso, señoras y señores, NO es fácil. 

¿Qué piensa un ser normal de a pie de lo que hace un profesor? "uh, mírale, se sienta ahí, lee lo que tiene en los libros, se va al café, manda ejercicios y hasta mañana".

¿Qué pienso yo de lo que hace un profesor? "Entra en clase, intenta poner orden, se prepara todos los apuntes que lleva horas y horas de trabajo preparando fuera de esa clase, vuelve a intentar poner orden, cuando más o menos se calma la cosa les intenta contar materias de su asignatura, no soltar un rollo, les intenta hacer que piensen...a chavales de 14 años. Que. Piensen. Uno se saca la blackberry, otros dos al fondo de la clase se pelean, vuelve a intentar poner orden (a todo esto sin perder el hilo de lo que estaba contando para no repetirse no perder el tiempo y que puedan dar toda la materia que está estipulada), uno grita, le manda callar, si ella es mujer y él un niñato estúpido a lo mejor le contesta que ella no le puede hacer callar porque es una mujer, le envía al jefe de estudios, reza porque no rompa una ventana por el camino. Intenta volver al hilo de lo que contaba, intenta demostrarles que la materia que cuenta sirve para algo, manda callar (esta vez sólo son charlatanes, majos -no le dan miedo cuando te los cruzas por los pasillos- pero no se callan ni debajo del agua) y manda deberes. Deberes que corrige (porque sí señor, se leen los 30 ejercicios) y puntúan. Dentro de su horario de trabajo, fuera de su horario lectivo.

Por supuesto de todo hay en la viña del señor y unos se lo curran más que otros. Cómo en todas partes, eso no quita para que tengan que estar en su puesto las 37,5 horas que deben. Puesto, que por cierto, les costó sufrimiento y años de estudio.

Debate primero sobre un MIR para el profesorado y debate ahora sobre las horas que trabajan. Políticos que ponen el grito en el cielo porque la educación está mal (por su culpa) y la educación es nuestro futuro (Negro. Por su culpa.). Hasta donde yo sé, el debate de la calle no se centra en lo malos que son los profesores, sino en lo malos que son los políticos. ¿Qué tal si hiciesen ustedes un MIR señores? Eso sí demostraría que quieren trabajar por el pueblo y no para sacar tajada de él. Y mira, de paso, nos evitábamos eso de estar donde están por ser elegidos a dedo.